viernes, 13 de enero de 2017

la carga












La Carga
 
Si el carromato se detuviese
-solo por un instante-
el caballo acariciaría
con sus ya escasas crines
aquellos cuerpos desnudos para la ocasión;
los pies hinchados, el gris apagado,
sus costillas marcadas.
Bajo el tenue parpadeo 
que ofrece la luna asmática
sentirían las cosquillas
y el aliento equino sobre sus miembros.
Si se detuviera -aunque solo fuera un momento-
quizás una gota resbalando de la hoja se colase
por la comisura de alguno de esos labios
recorriendo la gruta
hacia las gargantas áridas
Si el carromato parase
dejarían de abrazarse al azar piernas y brazos
y podría organizarse un poco la montonera,
que se hacina en mercancía
en posturas poco dignas,
para los que incluso ya,
ni siquiera lo padecen.
Pero sigue su camino
sin detenerse.
Torpe, atravesando el bosque.
Chirrían sus ruedas
entre las piedras,
el tiempo apremia.
la carga espera,
Pues antes de que hoy amanezca
habrá de dar otros viajes.



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